Todo comenzó en el año 1994, cuando mis padres, Ángel y Conchi, por primera vez entraron a los Moros y Cristianos, al grupo San Juan de Jerusalén. Ese año el grupo tenía reinado. Desde entonces, otros dos reinados más he vivido, hasta hace tres años que tuve el honor de representar yo mismo al Rey cristiano, junto a mi mujer y mis cuatro hijos.
Qué podría decir que no se haya dicho ya en multitud de ocasiones. Desde el año que entré y hasta ahora he vivido grandes emociones, mi hija Nerea fue bautizada en la ofrenda de flores a la Virgen de la Arrixaca y, con los años, fue Abanderada infantil del grupo, al igual que mis otras dos hijas, Carmen y Mireia. Mi mujer, Mari, siempre ha estado a mi lado, luchando por el grupo. Gracias a ella pudimos sacar un reinado maravilloso. Y qué decir de mi hijo Pepe, bautizado en el campamento en la misa de campaña donde festeros y amigos pudimos disfrutar todo el día en familia. Espero que él coja el relevo de su padre como cabo del grupo y actual presidente. Es decir ser festero lo es todo en mi vida, ya que los grandes momentos de ella así lo indican.
José María García Franco
Presidente de San Juan de Jerusalén