miércoles, 7 de octubre de 2015

Qué es ser para ti ser festero, por Antonio Pedro Seguí

¿Qué es para ti ser festero?



Es un orgullo pertenecer a la Fiesta, con mayúscula. Ser festero en Moros y Cristianos es un sentimiento, es una forma de unir la historia, nuestra historia en dos momentos concretos la fundación de la ciudad de Murcia y la época de Alfonso X, con lo lúdico.

Mi primer contacto con la Fiesta se remonta a la primavera de 1983. Lo hice como espectador, sentado en la Gran Vía, junto a mi madre y mi novia, hoy mi mujer. Mi madre me contaba cómo eran las fiestas de Villena ya que de joven las vivió con su familia.

Pero tuvieron que pasar algunos años para que las conociera más de cerca, exactamente el 16 de septiembre de 1991. Era lunes y unos amigos de la infancia nos invitaron a pasar por el campamento, después de lo que pensaba que era un desfile. Nos acercamos a San Esteban, nos dio un poco de reparo al entrar puesto que parecía un recinto privado, pero una vez allí preguntamos por ellos y entramos. Unos días más tarde llegaron a casa con la intención de pedirnos la copia del DNI, para formar un grupo cristiano, los Caballeros del Infante D. Juan Manuel, siendo así, socio fundador.

Ser festero es emoción, oír una marcha o un pasodoble y sentir esa transformación, ese nerviosismo que recorre nuestro interior al comenzar el desfile.
Ser festero no es ir vestido de “  “ es ser un caballero o una dama.
Ser festero es compartir, con la familia y amigos momentos inolvidables.
Ser festero es transmitir el amor por la Fiesta.
Ser festero es sacrificar horas de descanso para tener el campamento preparado.
Ser festero es conocer todos los entresijos de la Fiesta, sus orígenes, sus bases, sus normas, sus objetivos.
Ser festero es estar horas y horas hablando de Fiesta.
Ser festero es que te conozcan en cabilas y mesnadas con solo pronunciar tu nombre.
Ser festero en Murcia es una responsabilidad.
Somos los festeros los que hacemos la Fiesta, sin festeros no hay Fiesta y eso no se le tiene que olvidar a nadie.

Antonio Pedro Seguí Ródenas
Presidente de la Mesnada Infante don Juan Manuel

Habla el Rey, por Celestino Avilés Pérez

Habla el Rey 

Finalizadas las fiestas de septiembre, este boletín de octubre debería ir cargado de cosas. Sin embargo las iremos mostrando poco a poco. 

No podemos hablar de un solo acto, las fiestas han sido un todo que si tuviera calificar sería de 10, porque se puede hacer distinto, pero no mejor. 

Gracias a todos los que lo han hecho posible, desde el propio grupo a los alumnos que han participado en el desfile, o a las once filas de grupos invitados que tuvimos el honor de tener con nosotros. 

Mariate y yo estamos felices porque vemos que todas las personas que nos rodean también lo están


martes, 6 de octubre de 2015

Qué es para mi ser Templario, por Juan Ortuño Mirete

¿Qué es para ti ser Templario?


Ser Templario es una oportunidad de conmemorar de un modo lúdico nuestras raíces y una filosofía de vida.

Empecé mi andadura festera porque un miembro del Temple pidió mi colaboración para un evento, pues tenían rey. Esto fue el principio, pues me encantó el trato de la gente del grupo y me enriqueció tanto que formé parte del mismo, aunque desde fuera.

Me enganchó sin remisión la primera vez que desfilé y coroné el Puente Viejo. Y cuando vi la Gran Vía, repleta de gente, ya supe que no podría, ni quiero, dejar el grupo.

Estoy seguro de que ya no podría ser de otra mesnada ni cabila, pues ser templario marca de un modo imposible de dejar, ya que lo forma una gente que enriquece y te hace ser mejor persona, a pesar de las leyendas peyorativas que soporta el Temple.

Ya soy de la saga familiar, pues hijos y nietos son parte de la misma, tanto que mi nieta, cuando apenas sabía decir su nombre, si le decías “guapa” contestaba: “No, Templaria.”

El Temple tiene algo que no se puede explicar, y es que quien lo conoce ya no puede dejarlo.


Qué es para mi ser festero, por Agustin Belda



Para mí la pregunta en sí ya constituye un problema. De entrada me siento incapaz de poder expresar los sentimientos que la sola pregunta hace aflorar en mi pensamiento. Es un enorme caudal de emociones que me vienen a la mente y que presiento ser incapaz de transmitirlos tal y como quisiera.

¿Decir que es ser Festero?... ¡QuÉ difícil!. ¿Cómo explicarlo?.

¿Cómo puede contestar a esa pregunta una persona que, dos meses antes de nacer, ya escuchaba los clarines y timbales desde el vientre de su madre, en un balcón de Sant Nicolauet?

¿Qué responder si desde antes de tener uso de razón, asistía a todos los ensayos de la Filá Astures, a los que mi padre me llevaba, sin faltar a uno, emocionándome cuando me daban la espada o la maza para que hiciera el cabo de esas escuadras compuestas por gente mayor y que en ese instante me hacían sentir un héroe?

¿Qué decir si los recuerdos de mi infancia están llenos de olor a puro, música, ensayos, “Chumbelerías”, “El Desitjat”, “Ragón Falez” (gracias Rafaela González por inspirar ese pasodoble que tanto me emociona y me rejuvenece cuando lo escucho), “ El Moro del Cinc”, “L’entrà dels moros”…..?

¿Cómo definirlo si mi adolescencia y juventud están envueltas entre las chapas y l’estral de los montañeses, cuando en mi tocadiscos, para desespero de mi madre, junto a la música de los Beatles y de los Rolling no cesaban de sonar esas maravillosas marchas moras y cristianas de La Primitiva y La Nova de Alcoy?

¿Cómo explicar que un 21 de abril, día grande de las Fiestas de mi pueblo, no puedo asistir a ellas porque mi mujer está a punto de dar a luz, y ese día, con toda la morriña que tenía, me encuentro de bruces, en plena Gran vía de Murcia, con ese sonido de las marchas Moras y Cristianas que había oído desde antes de nacer y que, en un suspiro, me quitaron la tristeza que tenía por no haber podido ir a “Mi Fiesta”, sin imaginarme que aquel día iba a dejar de serlo ya que iban a nacer dos de mis bienes mas preciados: mi hija y las Fiestas de Moros y Cristianos de Murcia?

Ser Festero es como una droga, es tener inyectado en la sangre un virus que, solamente oyendo los golpes del bombo avisando a la banda, ya te hace saltar de la silla e irte a tu sitio a formar, hombro con hombro, cuando empiecen los sones de la marcha que todos estamos deseando escuchar.

Para un Festero, las Fiestas no son los desfiles de la Gran Vía, ni los actos que se celebran  durante la semana de las Fiestas. Ser Festero es una devoción, es un sentimiento y una dedicación que a veces, muchas, casi se convierte en sacrificio. No es estar hombro con hombro con los componentes de tu grupo en la Gran Vía, que eso es muy fácil y muy bonito, es estar  todo un año trabajando por la kábila o por la mesnada, viajando para comprar piezas de los trajes, currarse los regateos con el fabricante de carrozas y con los músicos, pensar en cómo montar el campamento y currar en el mismo… y todo ello con buena cara y haciendo de esos sacrificios una diversión. No todo va a ser malo, también tenemos la recompensa de esos maravillosos ratos que se pasan durante el año con las reuniones y cenas de montepío o de homenajes y reconocimientos festeros en los que reina la camaradería, las risas y las bromas, pero que es raro que no terminen con alguna propuesta de alguno con la famosa frase: “y si hacemos…..” que por regla general termina constituyendo una nueva misión o trabajo para el grupo.
Y qué me decís de esas lágrimas que se nos escapan cuando nos estamos poniendo la mantica o los correajes para ir a la arrancá.
Un festero dicen que nace, pero yo opino,(y por suerte he conocido a algunos), que también están los que se hacen. Pero no por casualidad, sino que ven fiestas de otras ciudades, las viven, se dejan aconsejar, se quieren adaptar, aceptando y respetando las costumbres como son. Ésos llegan a integrarse de tal forma que, la mayoría, superan a los que nacen y viven la Fiesta desde sus orígenes (aquí, perdonad pero no tengo más remedio que acordarme de mi gran compañero de “balconet”). Pero luego está el que se dice festero y que llega equivocado, creyendo que la Fiesta es toda la parafernalia que se ofrece al público, y se convierte en ese festero “sacabarrigas” que se cree el protagonista y que jamás llegará a pasar de “festivo”. Se sienten los reyes del mambo, pero no se dan cuenta de que sin el público y la gente que viene  a compartir unos ratos con nosotros, no seríamos nada de nada.
En fin, para mí un Festero nace o se hace, pero no dejará de serlo desde ese día en el que se le ponen los pelos como escarpias oyendo los sones de una marcha o un pasodoble.
Para un Festero la Fiesta no termina nunca, empieza el día siguiente al que terminan las del año y acaba cuando le llega la hora de morirse. Yo era un Festero alcoyano y creía que nunca dejaría de serlo, pero ese 21 de abril de 1982, tuve una transformación, seguía siendo un Festero pero, me cambiaron el apellido, ya no era un Festero alcoyano, pasé a ser un Festero murciano, aunque sigo pensando que en cuestión de Fiesta sobran los gentilicios porque siempre que suene un timbal que nos haga estremecer, no nos importa el lugar del que venimos y en el que estamos.
Desde aquí animo a todos a que sigamos manteniendo ese espíritu festero tan especial y cordial que nos caracteriza que distingue a Murcia de las demás poblaciones, y deja admirados a los que nos visitan y viven con nosotros nuestra fiestas septembrinas, y que constituye la unión y el carácter tan familiar que se vive y se transmite. Esa unión entre kábilas y mesnadas y esa ilusión que ponen desde el abuelo al nieto disfrutando de Nuestra Fiesta.

Tino Belda, festero almorávide.

Qué es para mi ser festero, por Victor López


¿QUÉ ES PARA TI SER FESTERO?

Hasta Noviembre del 2009, que conocí a la que ahora es mi mujer, siempre me había acercado a los huertos en septiembre y en alguna ocasión había visto los desfiles en la Gran Vía, pero fue en 2011 cuando entré a formar parte de la Kábila Abu-L-Abbas y empecé a disfrutar de la fiesta de Moros y Cristianos en estado puro. Dos de nuestros hijos ya salen con nosotros desde el Reinado Moro que disfrutamos con el gran Joaquín Roses y su Favorita, Ángeles Lisón en 2013.

Me acogieron con los brazos abiertos desde el primer momento hasta el punto de que ahora soy el Presidente de la misma y hemos formado una Junta Directiva con la que queremos aportar nuestro granito de arena para hacer que la Fiesta de Moros y Cristianos de Murcia sea cada vez más grande.

No imaginaba que esta Kabila fuera tan especial desde fuera pero desde luego que está siendo sin duda, una gran experiencia poder formar parte de ella, no quiero acabar sin darle las gracias en especial a la familia Roses-Lisón y a Alfonso Gálvez por lo bien que me han hecho sentir desde el primer día.

Víctor López Vilar

Presidente de Abu-L-Abbás